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45 años sin el Ferrocarril Provincial

Un repaso por la historia de este servicio que, como pocos, colaboró con el crecimiento de los pueblos bonaerenses

El 6 de julio de 1977 corrió por última vez el Ferrocarril Provincial de Buenos Aires, un medio de transporte que conectaba La Plata con zonas del actual Área Metropolitana y también era indispensable para todos los pueblos rurales que estaban a lo largo de su traza. No sólo por su relevancia para la movilidad de la población, sino porque algunas iniciativas relacionadas tenían impacto directo en su bienestar.

El ramal más conocido salía de 17 y 71, en un extremo del casco urbano platense, para llegar a la estación Avellaneda que está ubicada en cercanías de la Municipalidad sobre la calle Güemes. A diferencia de la línea Roca, el recorrido pasaba por localidades como Joaquín GorinaSan Francisco Solano o Monte Chingolo.

Foto: Museo Nacional Ferroviario

Pero además, el Provincial brindaba la posibilidad de salir de la capital provincial hacia Mira Pampa (en el límite entre Buenos Aires y La Pampa), SaladilloOlavarría y otros puntos de esa región. Si bien algunas ciudades ya recibían transporte ferroviario procedente de la Capital Federal, las paradas entre sí eran totalmente distintas.

El viaje inaugural fue el 17 de marzo de 1912, recorriendo el tramo de La Plata a Saladillo. Por entonces, se construyó una estación cada 15 kilómetros con lo mínimo e indispensable, como el típico almacén de ramos generales. Es que lo más importante llegaba con el tren: la empresa aprovechaba las paradas para enseñar a los habitantes a realizar cultivos agrícolas, cerrando luego el círculo virtuoso cuando ellos mismos enviaran la producción por el propio ferrocarril de carga.

Estas virtudes, y otras tantas que le valieron la denominación “de fomento”, se terminaron tras la implementación del Plan Larkin impulsado por Arturo Frondizi: para que no quedara ninguna duda del objetivo, levantaron las vías en ambos sentidos, comenzando dichos trabajos tanto en La Plata como en Mira Pampa. Algunas estaciones fueron intrusadas y otras -como Carlos Beguerie– están actualmente en proceso de puesta en valor. Ciertos terrenos fueron devueltos a sus antiguos propietarios.

Una parte de la poca infraestructura que quedó es mantenida por la Asociación Amigos del Ferrocarril Provincial, un grupo de aficionados concentrado en la zona conocida como Meridiano V, que se encarga de hacer las reparaciones con sus propios recursos y hasta de construir algunas formaciones que les sirvan para sus tareas o, incluso, para implementar un potencial servicio turístico en el futuro.

Además de este trabajo de conservación tan importante, más de una vez tuvieron que defender el patrimonio de nuevas cesiones: aparte de que siempre fue complejo desarrollar ciertas iniciativas por la entrega de tierras con fines comerciales o políticos, ahora intentan evitar que la Junta Electoral avance sobre un sector que interrumpiría la conexión de la estación La Plata con los talleres ubicados en Gambier.

Quienes quieran conocer de primera mano lo que hace la Asociación, pueden concurrir a los eventos que realizan periódicamente. Por ejemplo, el próximo 17 de julio habrá un encuentro con charlas, anécdotas y exposiciones en homenaje a un ferrocarril bien bonaerense.

Para más detalles y curiosidades, los invito a escuchar la entrevista que tuvimos con Eloy Polo, presidente de la Asociación Amigos del Ferrocarril Provincial en el programa Circo Romano: